martes, 28 de abril de 2015

Cuánto tiempo he estado soñando con esto. Y qué cerca veo el fin.
<Madre mía, Ainhoa... Que aún te quedan 100 días allí, que eso es mucho. Deja de pensar en el tiempo que te queda y disfruta de ello al máximo. Es una oportunidad que no vas a volver a tener en la vida.>
100 días. 98 para ser exactos (Con y sin cuenta atrás, los días que quedan están ahí.)
Sí, están ahí. Están ahí y asustan, porque son los días que te separan de la fecha de caducidad de tu sueño. De algo que tan pronto vino como tan pronto se irá, dejándote recuerdos imborrables y maravillosos, millones de lugares que nunca antes habías visitado y personas increíbles que no hubieses podido conocer de no ser gracias a esto (O sí, quién sabe...) Y es que el único pero que tienen los sueños, es que se acaban. Porque nunca un sueño dura por siempre, y esto, desgraciadamente, no iba a ser una excepción.
En 98 días te toca coger el mismo avión que te trajo aquí. Te toca volver a subirte en el mismo avión en el que quizá experimentaste una de las sensaciones más bonitas de tu vida. 'El valor para marcharse, y el miedo a llegar.' Y te toca volver a tirarte a la piscina otra vez, pero a una piscina conocida. A una piscina que dejaste atrás diez meses, llena de amigos y familia. Y esa piscina, es la vida que has estado construyendo durante tus 16 años de vida y que dejaste pausada momentáneamente por 10 meses para construir otra 10000 km mas lejos. Pero solamente tú la pausaste. Ahí todo ha seguido conforme siempre ha sido, obviamente con cambios, pero nunca tan grandes como los que tú has experimentado.

lunes, 16 de febrero de 2015

Querida bcisalchi


Ni si quiera se como empezar a escribir esto. Podria empezarlo con una bonita cuenta de cuantos dias, minutos y segundos llevamos juntas o incluso con una cuenta atras de cuantos dias quedan para que cada una vuelva a su punta de nuestro pais y se acabe esto de ser vecinas, de vernos todos los dias o de simplemente hacernos rutas de autobus porque si.
Querida Lydia, voy a empezar por lo tipico. Por desearle muy feliz cumpleanios (teclado canadiense ftw) a la gaditana mas increible que conozc. Espero que estes pasando un buen dia (aunque sea lunes) y aunque sea un dia un tanto raro para pasar fuera de casa. Quiero que desde el minuto uno empieces a disfrutar de tus 17 como realmente mereces y que no cambies ninguna de las cosas que te caracterizan. Estoy segura de que aun nos quedan muchisimos momentos mas juntas, tanto aqui en Canada como back home, porque recuerda que la distancia no significa nada cuando alguien lo significa todo. Y la amistad sobrevive a la distancia, recuerdas? No importan 10 metros, Muirfield Road de por medio o 600 kilometros, siempre vas a poder contar conmigo.
Bien sabes que a mi no se me da bien plasmar lo que siento en palabras, ni mucho menos desarrollar textos tan bonitos como los tuyos llenos de sensaciones y pensamientos, pero lo intento, eh. Aun recuerdo como nos conocimos. Mi salto de alegria al haber encontrado a mi primera Kamloopstiense. Un verano entero de dudas sobre el viaje, de lo genial que seria Kamloops, de la alegria de que nuestras casas estuviesen a 2 minutos andando. Esos cuatro meses hablando de lo genial que seria todo y mira donde estas ahora mismo. Estamos en la cima del mundo y estamos juntas en esto. Juntas porque sabemos que si nos caemos la otra estara debajo para levantarnos. Porque sabemos que si lloramos la otra esta para hacernos reir (O para hacer chistes ironicos en mi caso, ya me conoces)
Simplemente no puedo expresar lo que para mi significa haberte conocido. Podria llamarte companiera de aventura canadiense, bcina, salchi, Lydi... pero me gustaria mas llamarte mi hermana canadiense. La que se echa a la espalda mis dias malos y me los cambia por una tarde entera de risas y fotos en downtown. A la que le encantan los crispy chicken casi tanto como a mi. Y eso que tu y yo no somos lo que se diria iguales eh...
No se decirte mas que ya no sepas. Aqui te has ganado una amiga que va a estar dando guerra para siempre si Dios quiere. Nos esperan 130 dias repletos de risas, y muchisimas aventuras mas juntas. Gracias simplemente por hacer de esto algo mas especial y por ser una amiga de las que no quedan.
Siempre Pinilla, siempre aqui.
Te quiere
Ainhoa.











jueves, 8 de enero de 2015

''He cosido mis talones a mi sombra pa que aguanten junto a mi todo el camino, pa dejar atrás todo lo que me atolondra, voy cantando caminante no hay camino...

Estoy en medio de una montaña rusa (that doesn't always go up, my friend). Ya he perdido la cuenta de cuántos días llevo aquí y cuántos días me quedan para volver. Son las 23:32 de un jueves por la noche y debería estar dormida, pero escribir en el blog de vez en cuando, y en noches como esta, es algo mejor incluso que dormir. Pido perdón previo por alguna incoherencia gramatical, a estas horas de la noche y sin tanto tiempo sin leer un buen libro en castellano, mi cabeza vive en un enorme cacao mental de idiomas.

Quién me iba a decir a mi que iba a echar tanto de menos hasta los más mínimos detalles de España. La dieta mediterránea, la comida de papá y mamá, las visitas a los abuelos todos los fines de semana, salir por el pueblo, las noches en vela escuchando a Melendi o Estopa, sufrir con cada uno de los partidos del Atleti, ir a Quintanar, los viajes en autobús al instituto, las fiestas, el invierno manchego... Todo aquello que me decían de que con la distancia se aprende a valorar todo lo que se tiene era verdad. Y digo distancia, porque de verdad lo es. Antes de llegar aquí, estar lejos para mi era estar a un par de horas y bueno, ahora tengo mi casa a más de 15 horas en avión y un par de aeropuertos, con el océano Atlántico y toda Norteamérica de por medio. Ni si quiera aunque eche mucho de menos puedo pasarme a hacerles una visita rápida (gracias por existir, querido Skype).

Pero lo más importante de todo es el ir viendo como la gente aparece y desaparece de tu vida. Y como tú también haces lo mismo en la vida de otros. Y como poco a poco empiezas a ser alguien aquí también, como empiezan a aprenderse tu nombre, con la dificultad de la pronunciación de todos los días (He llegado a oírles pronunciándolo de la manera mas extraña que os podáis imaginar, al igual que los múltiples intentos de escribir mi nombre bien, véase Inowa, Ynoah... y a mi que me molestaba que escribiesen mal la H, que inocente) Y como empiezan a compartir pequeñas charlas contigo, caras de sueño todas las mañanas y te acosan a preguntas tipo: Pero tú eres de España, de la zona de México? Y a la gente de México la entiendes cuando hablan? Y a los que hablan portugués?Y en España, en invierno hace calor, verdad? Y qué sensación tan buena cuando les hablas de tu país, cuando les explicas todo lo que está pasando allí (impensable para ellos), cuando se interesan por tu cultura, y te dicen que Ojalá pudiese ir a España algún día y sonríes, porque ojalá pudiesen, porque me parece demasiado cruel que en un par de meses tenga que dejar atrás todo esto otra vez.

En verdad todo son fases, los diez meses se van dividiendo en temporadas. En subidas, en bajadas, en Esto es lo mejor que he hecho en mi vida, y otras veces tan Ni si quiera sé que pinto aquí. ¿Pero por qué debería arrepentirme de haber decidido estar aquí? El mundo es demasiado grande y asombroso para quedarme en un sitio tanto tiempo. Cada día tengo más ganas de seguir viajando. De hacer cosas nuevas, y de seguir descubriendo cada día una cosa nueva de mi.

martes, 16 de diciembre de 2014

Llevo meses intentando escribir una segunda entrada medio decente. Y con medio decente me refiero a que a ver quien es el guapo que escribe algo a la altura de la escritura de mis colegas Spanadians. Y ni si quiera un par de meses después he sido capaz, pero bueno, allá vamos. 
Sí, los ''espanadians'' o ''espaneidians'', como se quiera ver. Mis 99 compañeros de aventura canadiense. Es bueno ver que puedes contar con gente que entiende a la perfección como te sientes en cada momento del viaje. La conexión entre gente con los mismos sentimientos es brutal, al fin y al cabo, aunque las experiencias sean diferentes y geniales a su modo, giran en torno a la misma base. Y simplemente conocer a 99 personas más de toda España (con acento canario, ya me entendéis...) viviendo un sueño en común es un sentimiento que se me antoja complejo... Sin palabras. 
Realmente aún me cuesta creer que todo esto está pasando... Es realmente acojonante pensar que con dieciséis años ya has cumplido uno de tus mayores sueños y que no te lo han regalado, que estás aquí por tu esfuerzo. Porque alguien ha visto algo diferente en ti, alguien ha confiado en ti. En ese momento solo sentí orgullo, y no de mi misma, sino de mi entorno. De mi familia, de mis amigos, de toda esa gente que me ha apoyado y que a su manera me ha hecho ser quien soy ahora. El 28 de marzo es sin duda uno de los días más bonitos de mi vida gracias a todo esto...
Meses de preparación, nervios, Spanadians, despedidas, reuniones, llantos, risas, fiestas, secretos. Y el 25 de agosto tocaba dejar una parte de mi atrás y empezar otra vez. Pero el verdadero cambio comenzó el 27 de agosto... 6:00 am. Barajas. Avión destino Ámsterdam... ¿preparada, Ainhoa?
Nunca se me ha dado bien resumir, ni condensar en un espacio pequeño la esencia de algo. Todos los detalles son importantes. Así que en este caso no iba a ser diferente, y no me sale resumir todos estos días aquí. Algo menos de cuatro meses, 110 días lejos de casa, de todo lo que antes conocía, de mi rutina, de mi patria de Dulcinea, de La Mancha, de mi país y todavía me cuesta creer que esté a más de 8000km de todo aquello. Pues bien, 110 días después aquí estoy. He cambiado, no sé si para bien o para mal, pero sé que he cambiado. Veo las cosas de un modo diferente, he aprendido a ser más independiente, a valerme más por mi misma. Que si se cree y se trabaja, se puede. 
¿Cómo buscar la definición exacta de eso que se siente cuando estás solo en medio de un montón de gente? Eso que se siente cuando realmente estás empezando de cero, cuando todavía no eres nadie aquí. Todo el mundo tiene su vida, sus amigos, su familia y a ti te toca buscarte tu lugar aquí, hacerte hueco. Sacar adelante el colegio. Llegar a casa. Tu casa, tu nueva casa. ¿Se puede tener más de un hogar? ¿Como sabemos a donde pertenecemos, de dónde nos sentimos que somos? Estar con alguien a quien llamas familia pero en realidad no lo es, o si. Porque no se puede sustituir a la familia de verdad, pero por intentarlo... o al menos tratar de llenar ese gran hueco. Porque no puedes estar 10 meses solo sin afecto, sin de vez en cuando una regañina de alguien que ahora resulta ser tu madre. Todo eso ya es un cambio enorme.. haz amigos, busca gente afín. Porque a veces ser diferente puede ser interesante, o no. Disfruta de tus primeros días de soledad, observa cuidadosamente cada detalle, como actúan en clase, como viven la vida escolar, que hacen en su tiempo libre. El clima, ay Canadá... Cuando la temperatura en un solo día varía 20 grados, cuando la nieve te llega por las rodillas y de repente un día encuentras que tienes que salir a la calle y estás a treinta grados bajo cero (sí, sigo viva)
¿Puede ser que en algo que siempre has considerado tu sueño haya cosas malas, cosas que realmente no te gusten tanto o puedas llegar a odiar? ¿Se puede llegar a realmente disfrutar de la soledad? No lo sé, sinceramente. Todo esto son preguntas que, como muchas otras, las iré respondiendo yo solita durante los seis meses restantes. Seis meses, qué locura... Qué rápido pasa el maldito tiempo.  
Volviendo a lo vivido, estos algo más de cien días me han dado para mucho. Comenzando por tener tres semanas más de vacaciones debido a una huelga de profesores en mi provincia (mi Beautiful British Columbia) Durante ese tiempo tuvimos algo así como un colegio para todos los estudiantes internacionales. Somos más de 150 en mi distrito, y 50 de ellos estamos en el Sa-Hali Secondary School. En este tipo de colegio hicimos bastantes excursiones y visitas a distintos lugares de la ciudad, además de probar comidas de los países de procedencia de los demás estudiantes y diferentes actividades relacionadas con el idioma y como manejar el choque cultural y nuestra nueva vida. 
Con el comienzo del instituto llegó la rutina. La verdad es que estoy bastante contenta con mi colegio. Somos algo más de 700 estudiantes de grado 8 a grado 12 (Lo equivalente a 2ºESO a 2º de Bachillerato) Los canadienses son gente simpática, abierta, siempre dispuestos a sonreírte en los pasillos o preguntarte como te va el día. No me está resultando muy difícil, además disfruto de mis asignaturas ya que las escogí yo misma. También canto en el coro del instituto y en el de la ciudad.
En estos días también hemos hecho bastantes actividades con el distrito. Hicimos un viaje de dos días a Vancouver, hemos hecho curling (sí, el deporte este que sale en los Simpsons que se juega con un cepillo en el hielo) esquí, toma de contacto con un pueblo de las First Nations canadienses... Todo increíble y muy bien organizado.
He tenido la suerte de encontrar unas amigas maravillosas de Alemania (visita obligada, me encantaría visitar Alemania algún día...) y es genial poder contar con ellas todos los días. ¡Y me están enseñando a hablar alemán! Mención especial a mi bcina española, la otra Spanadian Kamloopstiense, mi verdadera compañera de experiencia... un placer tenerte aquí al igual que un placer haberte conocido, Pinilla! :D
Mi ciudad también me gusta mucho. El hecho de cambiar de un pueblo de 2000 habitantes a una ciudad de 80000 me ha gustado. Me encanta el poder moverme con el transporte público, me hace sentirme independiente y el poder ir a cualquier lado. La ciudad es increíblemente bonita, tiene unas vistas preciosas. Vivo en una de las partes más altas de la ciudad, es un vecindario tranquilo y verdaderamente bonito. Me encantan las casas canadienses. Mi familia de acogida es genial también. Con ellos he hecho muchísimas cosas tambien y tenemos una gran relación, hemos congeniado bastante bien y en ese sentido puedo decir que he tenido muchísima suerte. 
Y básicamente esto va siendo mi experiencia... felicidad, cambio, independencia... Espero que continue siendo así hasta que llegue el día de marchar. Seguramente me esté dejando esparcidos muchisimos detalles y muchisimos momentos pero bueno, no se le pueden pedir peras al limonero...

viernes, 4 de julio de 2014

Tus sueños no son lo suficientemente grandes si no te asustan.

Cuatro de julio de 2014 y sólo quedan algo más de 50 días para que empiece todo. Empezar, ¿el qué? Es una historia larga pero para eso estamos aquí, para contarla, aunque toda esa parte de cómo pasé todas las pruebas y demás irá en otra entrada más adelante. El caso es que me voy, que me voy a Canadá de verdad y no me lo puedo creer. No me puedo creer que esté a punto de cumplir mi sueño, ni de que vaya a estar alejada de mi vida durante 10 meses. Aunque no tengo miedo, bueno, no demasiado. Tus sueños no son lo suficientemente grande si no te asustan. 
Creo que en cierta parte no soy consciente de lo que voy a hacer, supongo que cuanto más cerca vas viendo el barranco más miedo vas teniendo y por eso todavía estoy tranquila, aunque.. no, no estoy tranquila. Quiero irme ya. Quiero empezar, quiero ir a Madrid a pasar esos días con mis Spanadians 2.0, quiero que despegue el avión (con mis BCinos, ¿qué mejor?) La verdad es que no me puedo quejar de compañía. Nunca se puede pretender llevarse bien y agradar a todo el mundo pero cuando hay buen rollo entre un grupo de personas, se nota (Mención especial a esos que me aguantan día sí, y día también) y estoy muy agradecida de haberles conocido, todo sería diferente sin ellos, sin los chistes malos diarios, mil cosas y pequeños detalles que hacen de esta una gran familia. 
¡Que esta experiencia me sirva de lección!
See you soon.